| Análisis

¿Que significa la fuga del narco Joaquín Guzmán? Cinco conclusiones y un colofón

Cómo queda el gobierno de Peña Nieto tras la fuga del chapo. Lo inverosímil de la versión del escape. Las relaciones con los Estados Unidos. El Cartel de Sinaloa.

La fuga de Guzmán es una burla para el gobierno mexican.

La fuga de Guzmán es una burla para el gobierno mexican.

Por David Martínez Amador

No habían pasado ni siquiera cinco horas desde el anuncio oficial de la fuga del ´Chapo´ y ya se habían hecho virales en buena parte de las estaciones de radio pirata y en las redes sociales al menos tres narco–corridos que alababan la proeza.

Destacan entre estos corridos el compuesto por el grupo Enigma Norteño, quienes también compusieron la letra y música para la novela de Telemundo El Señor de los Cielos. Fueron los primeros en compartir con las redes sociales la nueva pieza musical. “Se las hice una vez, se las vuelvo hacer otra vez”, dice el corrido escrito por los vatos de Enigma Norteño. “Si ya saben que me fugo, ¿pa´ qué me atrapan?”. Así reza otra parte del mismo narco–corrido.

Y sin ser analistas de seguridad, estos grupos de música norteña han puesto el dedo precisamente en la llaga.

¿Cuál es la situación en la cual se encuentra en este momento la administración de Enrique Peña?

Una situación de vergüenza frente a la opinión pública mundial. El único logro que la administración Peña tenía para presumir (ante la carencia de reformas económicas que no dan resultados y una fuga de capitales considerable) era haber re–apresado a Joaquín Guzmán Loera (quien después de Bin Laden había pasado a ser el enemigo público número uno.) Y ni siquiera esta captura se puede catalogar como un logro de marca ´hecho en México´ porque la tecnología estadounidense y los servicios de inteligencia estadounidenses volvían a ser clave. Esto es un patrón continuado en la relación bilateral. No se nos olvide –dicho sea de paso– que el primer gran golpe de la administración Calderón a los cárteles del narcotráfico, es decir, la cabeza de Arturo Beltrán–Leyva, fue posible, gracias también, a la información provista horas antes por la inteligencia estadounidense. A pesar de la cooperación entre las agencias de inteligencia, el temor de los ´gabachos´ ha sido siempre que buenas piezas de ´intel´ se diluyan como arena en las manos cuando son compartimentadas con la contraparte mexicana. El sistema mexicano es terriblemente corrupto y todos tienen precio.

Al haber detenido y puesto en la cárcel a Joaquín Guzmán, Enrique Peña lograba legitimarse ante un bloque de la clase política en Washington. Así como Fujimori legitimó su liderazgo al poner a Abimael Guzmán tras las rejas, la administración de EPN parecía que podía ponerle un alto a la guerra contra las drogas al apresar a Guzmán Loera. Y concentrar, su esfuerzo en pacificar el país.

Pero no esperaba tal golpe por debajo de la línea de flotación.

Hay que ir poniendo las cosas en su sano juicio.

La representación más clara del Estado Paralelo en el caso de México lo constituye la Confederación de Cárteles de Sinaloa (eso que se conoce vagamente como el Cártel de Sinaloa). Una nota de pie de página breve para contextualizar. Estamos hablando de la organización criminal fundada por Amado Carillo (El Señor de los Cielos) de quien, si bien, no hay certeza de que esté muerto, lo cierto es que su fortuna (mucho mayor que la de Joaquín Guzmán) quedó intacta. Estamos hablando de Caro Quintero –el presunto homicida de Enrique Camarena–. Caro Quintero, fue dejado en libertad por un tecnicismo jurídico y el Estado mexicano no puede hoy en día dar con su paradero. Estamos hablando también de Ismael Zambada ´El Mayo´ o el ´MZ´, a quien tras más de tres décadas ni el gobierno mexicano ni el gobierno de Estados Unidos ha podido detener. Sin embargo, cuando le dio la gana apareció en primera plana del semanario Proceso. Esta es la escuela de Joaquín Guzmán Loera. La de narcos sinaloenses a los que les gusta burlar parejito y dejar como pendejos a cualquiera que se siente en la ´Silla del Aguila´.

Este poder paralelo del cual hablamos ha retado, frontalmente, al poder de la Federación. Bajo razones de cálculo racional es imposible suponer que Enrique Peña y sus hombres de confianza han pactado con el Chapo ya que, la relación con Washington no se puede dejar de priorizar. Si esta fuga se ha dado con permiso del titular de los Pinos, Peña pierde más de lo que gana. Sólo un detalle, de hecho, como gobernador del Estado de México, EPN protegió a los rivales más odiados por Guzmán Loera: los infames Beltrán–Leyva. Entonces, esta fuga lo que demuestra es que el Poder Federal está resquebrajado aunque a nivel del Presidente y Secretarios Federales la consigna sea ´agradar a los gringos´.

Los tentáculos del dinero del Chapo (activo aun cuando éste se mantenía en prisión) fueron capaces para corromper al Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social (OADPRS) de la Secretaría de Gobernación, instancia encargada de la coordinación de los centros penitenciarios Federales. Al menos 30 funcionarios del fuero Federal y 18 guardias del Penal de Máxima Seguridad están bajo investigación. Lo anterior reconfigura la forma en que el narco funciona en México: pactaba a nivel Federal, corrompe a nivel local. Ahora, el poder corruptor del narco se apalancó con la lógica clientelar del Poder Federal en México. No se trata de corromper a todo el gobierno Federal pero sí donde resulta necesario hacerlo. No se trata de desbaratar a toda la estructura del poder Federal, pero si mostrarlo débil donde más le duele. Así funciona el narco en México.

La administración de Enrique Peña no la tiene nada fácil.

Hace menos de seis meses el Cartel Jalisco Nueva Generación ( de ascendencia sinaloense) derribó un helicóptero Black Hawk de la armada mexicana con siete militares a bordo. Al líder de este grupo criminal, Nemesio Oseguera, alias El Mencho, también el gobierno Federal prometió atraparle. Y seguimos esperando. Pero la fuga del ´Chapo´ es un golpe más doloroso que cualquier otro para la administración de Peña Nieto porque todos saben que la captura del mismo fue un trabajo de inteligencia estadounidense. Y al haberlo dejado en manos mexicanas queda más que evidenciado lo inútil e incapaz que resulta el gobierno de Enrique Peña Nieto.

Apunto otra muestra de cómo el poder corruptor del Chapo puso en evidencia la debilidad de la Federación. La Secretaria de Inteligencia Nacional y el Ejército mexicano fueron avisados de la fuga del Chapo tres horas después de los hechos sucedidos. La coordinación de inteligencia del Estado se hizo añicos, ante el poder corruptor de la Federación Sinaloense. Si a todo lo anterior agregamos que hay una base militar que colinda con el perímetro de la cárcel, la verdad es que, el gobierno de EPN ha sido humillado vilmente. Si de EPN se esperaba que fuera capaz de reconstruir el poder vertical del Régimen y demostrar que al Estado Federal no se le puede retar, pues, un sujeto de menos de 1,60 de estatura lo ha puesto contra la pared.

Así como el Chapo se fue, también podemos dar por descartada la presidencia de Peña.

¿Qué podemos concluir en este momento?

Primero. Desconfiar de la versión oficial de los hechos. Al igual que la versión oficial de la primera fuga, esta segunda versión es totalmente ridícula. Misma situación que la versión provista con relación a los crematorios ´artesanales´ en Ayotzinapa y el destino fatídico de los 43 estudiantes desaparecidos. En esencia, la nueva versión sobre esta segunda fuga no tiene sentido.

Es imposible que haya escapado por un túnel conectado a las regaderas. Es imposible, dado, el diseño de las cárceles de máxima seguridad en México. No porque sean impenetrables ni mucho menos, aunque el gobierno federal se jacta de sus mecanismos digitales y controles de última generación. Es imposible que esto haya sucedido cómo se dice porque las celdas de máxima seguridad no conectan directamente con los baños.

Además, la celda de máxima seguridad no tiene regadera incorporada, dicho sea de paso. Están afuera. Y para acceder a ellas, se deben abrir compuertas automáticas simultáneas.

Repito, esto es tan inverosímil como la primera tesis oficial del carrito de lavandería. Para que esa primera ´tesis oficial´ fuese cierta, 14 puertas de seguridad hubiesen tenido que estar abiertas conjuntamente para dejar pasar un miserable carrito de lavandería desde la celda hasta la salida del penal. Simplemente, al gobierno de EPN no se le puede creer nada.

Segundo. ´Damage control´ por parte de la administración Peña Nieto. ¿En qué posición queda EPN frente a los EEUU? Queda, literalmente en ridículo con todas las implicaciones del caso en materia de cooperación bilateral en la sensible área de seguridad. Los estadounidenses ya habían mostrado recelo a seguir la cooperación bilateral y financiamiento por los vicios de corrupción en el sistema mexicano. Los temores se han visto confirmados: No se puede confiar en los mexicanos. México es un país corrupto. Y el ganador de todo esto es Donald Trump, dicho sea de paso.

Tercero. Si la captura generó un índice de legitimidad ante la ciudadanía mexicana (y sobre todo con Wasghinton) esta fuga lo tira todo al excusado. El balance general en México es el siguiente: 1) la ´afamada´ guerra no se va ganando, 2) no se ha apaciguado Tamaulipas, 3) se están armando nuevas auto–defensas en la zona de Michoacán y, 4) el único logro ´gordo´ salió como perro por su casa del penal de máxima seguridad.

Cuarto. ¿Vuelve a reconfigurar esta fuga las relaciones de poder en el mundo del narcotráfico? La repuesta es muy clara: Jamás se vieron modificadas. Cárteles van y cárteles vienen pero por alguna razón, la estructura de la Confederación Sinaloense pasa inmune a los cambios de estrategia y a los cambios de actores políticos. Quizá, en razón de su lógica corruptora. No es para menos, ellos inventaron el negocio y lo han sabido mantener. Es una mega–estructura que funciona prácticamente en piloto automático debido a su fantástica capacidad para crear alianzas estratégicas que operan en un claro esquema de tercerización. Lo que sí es posible suponer es que, en los siguientes días, todos aquellos que se ´voltearon´ mientras el ´Chapo´ andaba de vacaciones tendrán que rendir cuentas. Hay otra posibilidad en este escenario y esto apunta a que la rivalidad entre Ismael Zambada y Joaquín Guzmán por el liderazgo del Cartel de Sinaloa se convierta en una relación más tensa. Cuando Guzmán Loera fue detenido en 2014, Roberto Saviano fue rápido en apuntar que al Chapo lo ´pusieron´ –literalmente– en las manos de las autoridades pues éste último fue detenido un día después de una reunión privada con Ismael Zambada. La pregunta es si habrá ajuste de cuentas entre dos líneas generacionales en dicha estructura.

Quinto. ¿Tiene sentido suponer que esta fuga responde a un pacto político? He dicho que no. La relación con Washington para un país tan apalancado con EEUU es vital. Pero, si este escenario fuese posible, ¿qué finalidad podría buscarse? Simplemente, que sea Joaquín Guzmán quien termine por pacificar el resto de territorios que el Estado Federal no ha podido pacificar. Aquí sería mucho más claro probar que la estructura sinaloense es fundamentalmente un Estado Paralelo. Sin embargo, esta misma opción fue explorada por los gobiernos panistas al hacer del Cártel de Sinaloa el grupo protegido. Todo esto a partir del año 2000. Y el resultado, se cuenta en más de 150,000 muertos.

A modo de colofón

En febrero de 2014, el Presidente Peña Nieto le confirmó al periodista León Krauze lo siguiente durante una entrevista en vivo: “Es una obligación que tiene el Estado de México, más creo yo frente a lo que ya ocurrió en el pasado, sería algo verdaderamente más que lamentable, es imperdonable que ahora el Estado y el gobierno tomen las debidas providencias para asegurar que lo ocurrido hace algunos años se pudiera repetir”.

Por respeto al público, estas declaraciones no contienen risas grabadas.

Fuente: Plaza Pública.


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