| Carbón Blanco

Comienza el juicio a la banda que exportó 1000 kilos de cocaína

Entre los acusados se encuentra un abogado que es considerado el jefe de la banda y que está procesado además ppor haber amenazado a la jueza del Chaco que llevó adelante la investigación judicial.

La cocaína era enviada en bolsas de carbón.

La cocaína era enviada en bolsas de carbón.

El Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Resistencia comenzará a juzgar hoy la emblemática investigación por el contrabando de más de una tonelada de cocaína a Europa camuflada en contenedores de carbón vegetal desde una empresa con sede en Quitilipi, Chaco, en tres cargamentos que partieron entre marzo y abril de 2012. Por la modalidad de tráfico, la causa es conocida como «Carbón Blanco».

En el banquillo de los acusados estarán los cinco procesados que llegaron a esta instancia, encabezados por quien fue acusado como líder de la organización, el abogado Carlos Alberto Salvatore, quien seguirá las audiencias desde el Complejo Penitenciario Federal N°1 de Ezeiza, a través del sistema de videoconferencia.

Los otros imputados son el empresario Patricio Daniel Gorosito y los comerciantes Rubén Félix Esquivel, Carlos Pérez Parga y Héctor Ángel Roberto. A los cinco se les reprocha haber cometido, en distintos grados de participación, el delito de contrabando de estupefacientes doblemente agravado por el destino de comercialización, como así también por la participación de tres o más personas en un total de tres hechos.

El debate comenzará a partir de las 8:30 y continuará el jueves y el viernes y, de forma ininterrumpida, durante toda la próxima semana. En la primera jornada, está previsto, como es de rigor, la lectura del requerimiento de elevación a juicio, el tratamiento de las cuestiones preliminares que pudieran plantear las partes y la indagatoria de los procesados.

Durante las otras siete jornadas, el Tribunal tiene previsto en principio agotar la lista de las 49 declaraciones testimoniales admitidas a las partes.

El proceso estará a cargo del tribunal integrado por la jueza Gladis Mirtha Yunes y de los jueces Eduardo Ariel Belforte y Rubén David Quiñones (presidente) . La Fiscalía será representada por el fiscal general Federico Carniel, quien será asistido por la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar).

La Procunar prestó asistencia en el proceso desde la fase de instrucción, cuando actuaba el fiscal federal de Presidencia Roque Sáenz Peña, Carlos Sansserri. En efecto, Sansserri y el entonces titular de la Procunar Félix Crous formularon el requerimiento de elevación a juicio.

Bolsas de carbón

La acusación, con cuya lectura comenzará el debate, incluye tres hechos. El primero de ellos sucedió el 8 de marzo de 2012 con la exportación de aproximadamente 380 kilos de clorhidrato de cocaína que finalmente fueron secuestrados en la localidad de Cabanas do Chao, en las cercanías de la ciudad Lisboa, Portugal.

Los paquetes se hallaban ocultos en bolsas de carbón que formaban parte del embarque perteneciente a la firma Carbón Vegetal del Litoral S.R.L. El cargamento provenía de Quitilipi, Chaco, y había sido inspeccionado en la aduana de Barranqueras, en la misma provincia. Su salida del país fue a través del Puerto de Buenos Aires.

El segundo hecho imputado ocurrió cinco días más tarde, durante la requisa de dos contenedores de la misma firma que se encontraban en las terminales 1, 2 y 3 del Puerto de Buenos Aires a la espera de otro embarque a Portugal. En uno de los contenedores, 70 de las 1050 bolsas supuestamente de carbón contenían cocaína. En total, pesaban poco más de 519 kilos.

Finalmente, en el tercer hecho fueron secuestrados en Lisboa el 11 de abril de 2012 casi 152 kilos de cocaína en un contenedor de la misma empresa. El estupefaciente también estaba camuflado en el interior de bolsas plásticas de carbón vegetal.

«Verdadera empresa comercial»

Salvatore llevó a cabo «la puesta en marcha de este engranaje criminal» y que ocupaba «lo más alto de la escala de mando», dado que tenía a cargo «la tarea de supervisar, controlar, administrar, definir, organizar y financiar lo que ha sido una verdadera empresa comercial dedicada al transporte de estupefacientes al continente europeo», sostuvo la fiscalía en el requerimiento de elevación a juicio.

La pesquisa logró comprobar que Salvatore tenía participación en 20 sociedades comerciales de distintos rubros, poseía cuentas bancarias y propiedades en Argentina, Uruguay y Estados Unidos y registraba viajes a este último país y a islas del caribe conocidas como paraísos fiscales.

Actualmente, Salvatore también se encuentra procesado y detenido en la causa por el lavado de dinero proveniente del narcotráfico, en la que presta asistencia la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac). En ese expediente, a pedido del fiscal Sansserri y la Procelac, la jueza de Presidencia Roque Sáenz Peña, Zunilda Niremperger, dictó recientemente embargos para los procesados -entre ellos, la esposa, la hija y el suegro de Salvatore- por más de 1600 millones de pesos. Salvatore también es investigado en la justicia federal porteña por la promesa que le hizo a su esposa de asesinar a la jueza Niremperger, hecho que fue conocido a través de las escuchas telefónicas que se le realizaban en la investigación por lavado.

Durante un allanamiento a las oficinas del abogado durante la investigación por narcotráfico, la policía secuestró «documentos que son de uso exclusivo de los funcionarios aduaneros que tienen la tarea de velar, justamente, por el control de las mercaderías que salen del país», recordaron los fiscales en la acusación. Esos elementos también son parte de otra causa, aún en fase de instrucción, donde se investiga la responsabilidad de los funcionarios de la Aduana.

Además, en el procedimiento encontraron en la computadora de Salvatore un archivo con la descripción de reuniones en Rosario con distintas personas de nacionalidad colombiana a quienes se les había ofrecido el traslado de 300 kilos de cocaína a Europa a cambio de un millón de dólares.

Entre tanto, Gorosito fue individualizado como quien manejaba en Europa las operaciones. Para los fiscales, tuvo «semi-plena capacidad operativa y un rol trascendental en el dominio del aparato material de la logística del transporte».

«Roberto, Pérez Parga y Esquivel han cumplido un rol trascendental en la organización», agregaron los representantes del MPF. Roberto era la «mano derecha» de Gorosito y cumplía la función de «enlace y articulación» con Salvatore; Pérez Parga era el gerente de producción de Carbón Vegetal del Litoral S.R.L., y Esquivel era el encargado de la planta en Quitilipi.

Fuente: Fiscales.


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