Comenzó como un rumor al paso pero en el transcurso de los días adquiere la fuerza de la realidad: el ataque que sufrió la semana pasada el subsecretario de Justicia porteño Javier Buján no fue “al voleo”.

Las conclusiones más escabrosas hablan de un hecho premeditado y generado a partir de las internas contra Daniel Angelici, a quien Buján responde, dentro de la barra de Boca. Ese es el camino que encararía la investigación del caso.

Ya la semana pasada Jorge Rizzo, jefe de la agrupación Gente de Derecho que controla el Colegio Público de Abogados de la Capital, comentaba que el tiroteo (en el cual Buján resulto herido) se debió a un mensaje mafioso por algún tipo de injerencia que el funcionario tuvo en la reciente licitación de las grúas que remolcan los coches en infracción.

Desde el sector de José Torello, apoderado del Pro, amigo de Mauricio Macri y rival del Tano Angelici, alegan que el hecho esta conectado con el mundo Boca y aseguran que Buján quedo en la mira luego de que este despidiera a una docena de empleados del Ministerio de Justicia (ñoquis vip) que tendrían vinculaciones en la barra del club.

La trastienda del caso es política también porque cuentan que cuando Macri llamo a Buján para desearle que se reponga el funcionario le avisó que ya no volvería al Ministerio, sino que reasumiría su cargo en un juzgado Penal Contravencional de la Capital.

El exjuez Guillermo Montenegro, actual ministro del área,  que controla la Policía Metropolitana también se la juega por la hipótesis del atentado y apunta a los manejos de Angelici en Boca.

Montenegro, que jugó para Gabriela Michetti en la interna del Pro, deberá entregar su ministerio a los laderos de Horacio Rodríguez Larreta, concretamente a Sebastián Destéfano, actua lugarteniente del Tano en el Consejo de la Magistratura.

El ataque contra Bouján ocurrió la semana pasada cuando fue atacado por dos «motochorros» en la puerta de su casa en el barrio de San Cristóbal, quienes además de robarle su billetera y su reloj, lo balearon en la piera cuando se iban por lo que tuvo que ser internado.