La agrupación realizó un nuevo encuentro.

La Defensora General de la Nación, Stella Maris Martínez, criticó hoy que se quieran resolver los conflictos políticos por vía judicial y advirtió que esa tendencia “la vamos a sufrir todos” y sumirá al Poder Judicial “en la anomia”.
Consideró, sin embargo, que “más grave aún es la Corte Suprema de Justicia de cuatro miembros” que, afirmó, “pareciera haber perdido el rumbo de aquella Corte prestigiosa” integrada tras la renuncia de los jueces de la “mayoría automática” menemista.
«No niego que alguna ley pueda llegar a ser inconstitucional pero tampoco puede ser que cada vez que un proyecto no guste y se pierda una votación en el Congreso, se tenga asegurado que habrá jueces que la van a declarar inconstitucional o a dar un amparo para frenarla”, dijo.
Martínez expuso en uno de los dos paneles en que deliberó esta tarde el encuentro anual de la agrupación Justicia Legítima, que respaldó las diferentes iniciativas del Poder Ejecutivo para «democratizar” la justicia.
La funcionaria judicial, cabeza del Ministerio Público de la Defensa, consideró que “todos estamos de acuerdo en que se pase a un sistema acusatorio previsto en el nuevo Código Procesal, pero ya hay grupos y personas que piden la inconstitucionalidad» porque «muy pocos aceptan las reglas del juego” democrático.
Más de 400 jueces y funcionarios judiciales participaron del encuentro de la agrupación, que preside la camarista de Casación Penal, María Laura Garrigós de Rébori, y entre los que se destacó la presencia de la Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, del procesalista Julio Maier y los fiscales Cristina Camaño, Jorge Auat y Hugo Cañón.
Entre los expositores del segundo panel, referido a la politización de la justicia, estuvieron el ex canciller Jorge Taiana y el fiscal general Félix Crous.
Alicia Ruiz, integrante del Tribunal Supremo de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires, respaldó a Martínez al sostener que “todo conflicto jurídico es político y esconde relaciones de poder”.
A su vez, el ex candidato presidencial por el radicalismo, Leopoldo Moreau, trazó un paralelo entre la justicia de los años 90, “que salvo excepciones defendió los privilegios de los grupos económicos concentrados” y la actual situación, en que “por la vía de la judicialización, los mismos grupos resisten los avance democráticos” producidos.