| Declararon en el juicio por la represión de diciembre

Qué es de la vida de los funcionarios del gobierno de la Alianza

Juan Pablo Baylac, Darío Lopérfido, Hernán Lombardi y Chrystian Colombo fueron alguno de los ex funcionario que declararon en el juicio que se lleva adelante hace un año. Algunos siguen vinculados a la política y otros tratan de volver.

De la Rúa no será juzgado por las muertes.

De la Rúa no será juzgado por las muertes.

En la justicia federal de la Ciudad de Buenos Aires se está realizando hace más de un año el juicio por la represión policial que el 20 de diciembre de 2001 terminó con las vidas de Gastón Riva, Diego Lamagna, Carlos Almirón, Gustavo Benedetto y Alberto Márquez y dejó más de un centenar de heridos en el intento por desalojar la Plaza de Mayo y sus alrededores.

Confirmado días atrás el sobreseimiento del ex presidente Fernando De la Rúa -luego de que la Corte Suprema de Justicia de la Nación rechazara los recursos de las querellas y el Ministerio Público Fiscal-, los únicos responsables políticos acusados en el debate oral y público son los por entonces secretario de Seguridad, Enrique Mathov, y el jefe de la Policía Federal, Rubén Santos. También había estado procesado el ex ministro del Interior Ramón Mestre, fallecido en 2003.
Sin embargo, durante las últimas audiencias celebradas en Comodoro Py desfilaron una serie de funcionarios de primera y segunda línea de la Alianza que declararon en calidad de testigos. Con la renuncia al compás de las hélices del helicóptero que se llevó a De la Rúa aquella tarde calurosa, su devenir político tras la estrepitosa caída del gobierno fue dispar: algunos de ellos se mantuvieron al margen de la opinión pública, en tanto que otros se reinventaron con mayor o menor éxito. Se trata del ex jefe de Gabinete Chrsytian Colombo; el ex ministro nacional de Cultura, Turismo y Deportes y desde 2007 ministro porteño Hernán Lombardi; el por entonces secretario de Cultura y Medios y recientemente designado director del Teatro Colón Darío Lopérfido, y el vocero presidencial delarruista Juan Pablo Baylac.
Lombardi ahora está con Macri.

Lombardi ahora está con Macri.

Al ser interrogados sobre esas jornadas, las respuestas fueron más bien consideraciones políticas -que apuntaron contra el rol desempeñado por el peronismo- que de utilidad para determinar las responsabilidades. Colombo, que era quien tenía órdenes para negociar con el justicialismo un gobierno «de unidad nacional», consideró sin más que «a lo mejor hubo ineptitud en el Poder Ejecutivo para cambiar el rumbo»; el robusto economista estuvo alejado de la actividad política y sus menciones en los medios de comunicación estuvieron durante mucho tiempo vinculadas a los conocidos alfajores marplatenses y chocolates barilochenses. Hoy el apetito político parece haber resurgido y se lo vincula con el armado del candidato a jefe de gobierno porteño Martín Losteau, a quien el diario La Nación lo describió como «un hombre de consulta habitual».

Por su parte, el flamante director del Teatro Colón, Lopérfido, declaró ante el tribunal sobre la noche que pasó en la Quinta de Olivos en pleno cacerolazo. Según comentó, pareció no percatarse del estado convulsionado que atravesaba el país hasta la mismísima renuncia del presidente: la consideró tan abrupta, que el 20 de diciembre de 2001 mantuvo reuniones de trabajo por su cargo como secretario de Cultura en bares de Palermo «porque no podía hacer ir a la gente al centro». Había quedado tan «traumatizado» por la masa de gente que en los alrededores de la quinta pedía la renuncia mientras De la Rúa descansaba que decidió irse del país [«me sentí en el lugar más inseguro del mundo», aventuró al respecto].
Loperfido dirige el Teatro Colón.

Loperfido dirige el Teatro Colón.

«Me pareció muy atroz y me fui a Atlántida (en Uruguay) a pasar la Nochebuena en lo de un amigo», explicó, en tanto definía algunas cuestiones para irse a trabajar luego a España. Fue tan veloz la salida de la Argentina que no habló con funcionarios de la administración que culminaba y se enteró de la renuncia por televisión. El periodista devenido funcionario volvió a ejercer un cargo público en febrero, al ser designado en el teatro de ópera porteño.
El ex diputado que renunció para asumir como vocero presidencial, Juan Pablo Baylac, insistió, en su testimonio, en que hubo «acciones deliberadas» para desestabilizar al gobierno, aunque aclaró no tener pruebas. También indicó que su rol era político por no ser especialista en medios de comunicación, a quienes achacó «un papel importante» porque «comunicadores como [Marcelo] Tinelli, [Luis] Majul, [Mauro] Viale y [Oscar] González Oro llamaban a la gente a manifestarse». En los últimos años, su nombre estuvo vinculado a Mauricio Macri y a Sergio Massa por una alianza en la provincia de Buenos Aires. Actualmente, continúa trabajando con el dirigente de Tigre en la provincia, a quien dedica buena parte de sus tweets desde la cuenta @juanbaylac.
Baylac colabora con Massa.

Baylac colabora con Massa.

El más conocido de los funcionarios alianzistas que pasaron hasta ahora por el juicio quizás sea Hernán Lombardi. El ministro de Cultura del Gobierno de la Ciudad desde 2007 viene de ser derrotado en la interna del PRO en las PASO porteñas, en la que acompañó en la fórmula a Gabriela Michetti como candidato a vicejefe. En la audiencia contó que la noche del 19 de diciembre fue a Olivos para cenar con el Presidente y se quedó en la residencia hasta las 6 de la mañana. Durante esas horas, agregó, sintió temor al ver que manifestantes se subían a los muros.

Tras las elecciones legislativas de octubre de 2001 -en la que hubo más de un millón de votos anulados y casi otro tanto en blanco-, la frase que acompañó el reclamo popular de diciembre hacia la clase política fue «que se vayan todos». Algunos no lo hicieron del todo y otros volvieron.

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