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Oyarbide apuesta al fin de sus causas en el Consejo de la Magistratura

Este jueves se resolvería la situación del magistrado. Está acusado por la compra de un anillo y por unas costosas vacaciones en un exclusivo resort. Temor a Macri.

Oyarbide y el anillo que provocó la causa en su contra.

Oyarbide y el anillo que provocó la causa en su contra.

El juez federal Norberto Oyarbide está cerca de respirar un poco más tranquilo. Si todo sale como espera, este jueves caerán las causas en sus contra por enriquecimiento ilícito radicadas en la comisión de Disciplina del Consejo de la Magistratura.

Oyarbide espera transitar sin sobresaltos la etapa final del kirchnerismo para luego observar el desenlace electoral y esperar que Mauricio Macri no sea presidente. Si este último fuera el caso, se lo dijo a un colega, su tiempo en Comodoro Py estaría contado. Macri no olvida cómo Oyarbide invetigó la causa de las supuestas escuchas ilegales.

Dos elementos de su vida personal alimentaron un nutrido sumario en su contra: el anillo valuado en 250.000 dólares con el cual se mostró en público en 2012, imposible de justificar con su patrimonio, y sus vacaciones glamorosas en un exclusivo resort de Punta Cana.

La primer causa se inició por las denuncias formuladas por el dirigente peronista Juan Ricardo Mussa, los abogados José Emilio Rodríguez Menéndez y Martín Roberto Bagalá y la diputada Patricia Bullrich.

«El importe supuestamente abonado por la joya no condice con los recursos con los que, razonablemente, puede contar un juez de la Nación», coincidían las denuncias.

Bagala y Rodríguez Menéndez justamente se han transformado en una pesadilla para Oyarbide porque lo persiguen desde que este supuestamente demoraba la excarcelación de Juan José Zanola, jefe de la Bancaria que cuando salió de la cárcel (tras dos años por la causa de los medicamentos adulterados), dijo que Oyarbide le enviaba emisarios a la cárcel en busca de coimas. Bagala es abogado de confianza de Zanola.

La causa del anillo quedó más cerca de llegar a su fin cuando el año pasado el juez en lo penal económico Alejandro Catania sobreseyó a Oyarbide. La joya había sido ingresada al país desde Uruguay sin declarar y por eso además de una causa penal por supuesto «cohecho» a cargo del juez federal Sergio Torres se abrió otra pesquisa por supuesto contrabando.

Catania y Torres son dos jueces muy sensibles a los pedidos del operador Javier Fernández, principal sostén de Oyarbide, aunque en los últimos tiempos hayan tenido alguna disputa.

El próximo jueves también podría ser dada de baja la denuncia por las vacaciones de Oyarbide en Punta Cana en 2012 en las cuales habría gastado 35 mil dólares en 15 dìas. Ese antecedente también bastó para que el juez fuera denunciado aunque, debe decirse, con muy poco sustento.

En el plano electoral, para el juez más polémico el peor de los mundos sería un triunfo del Pro.  Claudio Bonadio, que de tanto en tanto charla con el jefe de Gobierno, tendría el dato de que el macrismo estaría dispuesto a negociar algunos asuntos que perseguían al kirchnerismo después de diciembre con tal de que Oyarbide deje de ser juez. El Pro necesitará los votos del oficialismo en el Consejo. Y para Macri el fin de Oyarbide ya es algo personal.


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