Nisman, días antes de su muerte.

A un mes y medio de la muerte de Alberto Nisman la fiscal Viviana Fein todavía no tiene en su poder la informacion de sus teléfonos celulares. Uno tenía un abono de la empresa Claro y otro de Movistar. Para colmo Fein esta casi segura de que cuando llegue la informacion estara adulterada.

Imposible no conectar este dato con la aparición de un supuesto testigo similar a las jovencita Natalia Díaz que aparecio Telefe, el canal de la empresa española Telefónica y del cual no se volvió a saber más nada.

Los teléfonos (y la computadora laptop hallada en Le Parc) son las últimas chances de Fein para conocer lo que hasta ahora ningun testigo pudo aportar: los vericuetos de la vida privada de Nisman.

Son aquellos sobre los que persiste un manto de silencio que ni siquiera Sandra Arroyo Salgado quiere hechar luz (para Fein es inentendible que la jueza de San Isidro no sepa si Nisman tenía o no una novia).

La incapacidad de reconstruir la vida privada del fiscal del caso AMIA es lo que le impide a Fein terminar de inclinarse por la hipótesis del suicidio aun cuando las principales medidas de prueba la llevan en esa dirección. De todos modos, debe extremar la prudencia tras la presentación de Arroyo Salgado el jueves.

En la Argentina las companías telefónicas están ampliamente facultadas para preservar información y analizar como y cuando la diligencian en el marco de un expediente. En Estados Unidos por ejemplo, tienen un tope de 48 horas cuando se trata de un caso federal.

En cambio la pesquisa sobre la computadora está demorada pero por algunas desavenencias entre los peritos de parte. Según informa, hoy el diario La Nación, la pericia se suspendió a pedido de la querella.

«Lo de los teléfonos y las computadoras es muy importante. Hay que saber qué pasó en las últimas horas de Nisman», dijo la fiscal Fein en una entrevista publicada la semana pasada por ese diario. «Hay que abrir su agenda personal, cuyo contenido nadie conoce todavía», había anunciado la fiscal.

Datos tan importantes para poder orientar la pesquisa, mucho más aún luego de la presentación de Arroyo Salgado en la que sostuvo que Nisman fue asesinado, se siguen demorando.