| Denuncia de familiares de víctimas de Cromañón

Más datos alimentan la hipótesis de que Diego Lagomarsino podría ser un espía

Padres de Cromañón dijeron que Lagomarsino estuvo en varias marchas y les sacaba fotos. Cuando le pidieron verlas les contestó que la cámara estaba rota. Investigan sus cuentas y gastos.

Lagomarsino cobraba 41 mil pesos.

Lagomarsino cobraba 41 mil pesos.

La causa que instruye la fiscal Viviana Fein sigue en busca de conocer las últimas horas del fiscal Alberto Nisman, mientras el imputado Diego Angel Lagomarsino cada día toma más protagonismo en la pesquisa.

Tiene un papel central en la trama: es el hombre que le entrega el arma al fiscal con la que supuestamente se quita la vida y fue una de las últimas personas en verlo con vida.

O el último directamente, de acuerdo con su relato ante la fiscal, que ya lo imputó por haber entregado su pistola a Nisman, un delito previsto en el Código Penal.

Lagomarsino consultó la semana pasada a una defensora oficial, cuando la fiscal le pidió a la jueza que prohibiera su salida del país. Pero tras la consulta, contrató a un abogado de renombre, el penalista Maximiliano Rusconi. Esta tarde dará una conferencia de prensa y romperá el silencio desde que pasó a ser imputado en la causa.

Lagomarsino tenía un contrato de 41 mil pesos mensuales en la UFI-AMIA, muy por encima de lo que cobran el resto de los empleados. Sus funciones estaban referidas a tareas de informática y muchas veces iba a la casa de Nisman a trabajar.

Se investigan sus importantes gastos de tarjetas de créditos. Por caso en una tarjeta a su nombre tendría un gasto de 70 mil pesos mensuales. Llama la atención su declaración de monotributista con especialidad en soldaduras. Son algunos de los datos que llaman la atención.

Ayer se presentó en la fiscalía de Fein el doctor José Iglesias. El papá de una víctima de Cromañón se presentó espontáneamente. Declaró que en las marchas por pedido de justicia que realizaban los familiares, habían visto a Lagomarsino sacar fotos a los padres durante el acto.

Una suerte de agente encubierto, que seguía a los papás en las diferentes pedidos de justicia. Lo que les llamó la atención fue que al terminar una de las marchas, le comunicó a Iglesias que por problemas técnicos con la cámara de fotos, tenía que volver a las marchas para sacar las fotos nuevamente. Este hecho llamó la atención de Iglesias, y lo transmitió a la justicia.

El diputado provincial Marcelo Sain también declaró que Lagomarsino se presentó en la Policía de Seguridad Aeroportuaria para trabajar como especialista en informática. Dijo que había llegado por medio de un policía que conocían los dos. Pero Sain decidió no contratarlo. «Dijo que tenía información de lo que ocurría en el aeropuerto de Ezeiza», dijo Sain.