| Consecuencias de la emergencia

La fuga de Luján pone al descubierto la crisis de las comisarías provinciales

La cantidad de detenidos en la provincia de Buenos Aires llegó a un récord con más de 30 mil presos . El juez Arias ordenó suspender el alojamiento en comisarías.

En la comisaría había 28 detenidos.

En la comisaría había 28 detenidos.

Por Javier Sinay

El jueves 16 a la noche, un séptimo prófugo evadido de la comisaría de Luján fue capturado. Gonzalo César Contreras, de 24 años, fue detenido en General Rodríguez, después de pasar cuatro días huyendo. Ahora, otros cuatro evadidos, según fuentes policiales, quedan por encontrar: Rubén Horacio Rodríguez (de 62 años), Alfredo Oscar Cardozo (de 29), Lautaro Nicolás «el Chilenito» Amalfi y Alan Nicolás Costa (de 21). En tanto, fueron apresados Alexis Aníbal Domínguez (de 32 años), Ezequiel Gastón Fernández (de 35), Carlos Alberto Salas (de 32), José Daniel Márquez (de 27) Federico Maximiliano Carrere y Guillermo Gabriel Martínez. Todos ellos se habían fugado el domingo 12 de la comisaría 1ª de Luján, situada en la calle Las Heras 387, entre Italia y Rivadavia, en pleno centro de la ciudad.

La fuga de los presos pone en el tapete de nuevo la discusión sobre los presos detenidos en comisarías bonaerenses. En septiembre, el juez platense Luis Arias había dictado una medida cautelar que suspendía la aplicación de la resolución 642/2014 que permitía el alojamiento en comisarías. Disponía, además, que los jueces a cargo de los detenidos que estaban en las comisarías resuelvan su situación.

“De acuerdo a los relevamientos efectuados por los peritos como los informes producidos por las autoridades se desprende que la estructura edilicia de las seccionales policiales bonaerenses no es apta para cumplir con las detenciones ordenadas por los magistrados de la justicia penal, toda vez que no cumplen con los estándares internacionales”, dijo Arias.

“La norma que el ministro Granados firmó en mayo de este año, para seguir con los calabozos en las comisarías, contradice lo fijado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el fallo ‘Verbitsky H. s/habeas corpus’, que exigió la adecuación de las condiciones de detención a las reglas mínimas de Naciones Unidas para el tratamiento de reclusos”, dicen desde el CELS. El Relator para las personas privadas de libertad de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos también había recomendado en 2010 el cese del uso de calabozos en la Provincia de Buenos Aires.

En mayo de 2014 la provincia de Buenos Aires alcanzó la cantidad de detenidos más alta de la historia: 33.166. El 60% de estas personas no tenía condena judicial. La decisión del juez Arias ratificaba que las advertencias que se habían realizado sobre el aumento de las detenciones en la provincia de Buenos Aires iban a conducir al colapso del sistema penitenciario bonaerense. Según el CELS, “las personas privadas de su libertad sufren las violaciones de sus derechos por el hacinamiento, la tortura y otras formas de violencia institucional”.

El calabozo de la comisaría 1ª de Luján tiene capacidad para 20 presos, pero en el momento de la fuga había 28, varios de ellos por delitos de robo con armas. Los presos limaron un doble enrejado con malla metálica ubicado en el techo del patio interno del sector de celdas donde, por cuestiones de convivencia, se los deja estar a los detenidos hasta el horario del encierro. Los peritos creen que las rejas del techo fueron vulneradas con una lima y un hilo de acero. Para no ser descubiertos mientras hacían el trabajo final para la fuga, los presos subieron a todo volumen sus radios y un televisor. Desde el techo de la comisaría, los escapistas saltaron a las casas vecinas y llegaron a la calle, aunque los mismos policías que estaban en la comisaría fueron los que se dieron cuenta de la evasión y recapturaron a cinco de los evadidos en las cuadras cercanas.


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