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En la ciudad de la furia

Por Oscar Feito

El incidente ocurrido el viernes por la noche en las dependencias de Transporte y Tránsito de la ciudad de Buenos Aires –dónde fui golpeado por empleados de la empresa STO en la playa de infractores que está en Facultad de derecho– podría pasar como un hecho más de violencia callejera -que están a la orden del dia- sino fuera porque sucedió en una dependencia pública, en un predio oficial, fue protagonizado por hombres uniformados de una empresa que detenta una concesión de la Ciudad de Buenos Aires y ante la presencia de  personal de seguridad uniformado y de un policía de civil que nunca se identificó y se sumo a la movida de manera intimidatoria «te vas a pasar rellenado papeletas, vas a ver».

Es un hecho grave, más allá de las lesiones porque remite al plano institucional, no es lo mismo una riña callejera que una golpiza en una dependencia oficial y eso no debe pasar impune. ¿Quiénes son los responsables?, ¿qué atribuciones tiene esta empresa para manejarse con esa impunidad -hay cámaras en el sitio?¿quién controla la seguridad del lugar?, ¿quién era la persona uniformada que se identificó como seguridad del lugar o de la empresa y quién es el supuesto policía que en lugar de separar, calmar y proteger se sumo a la agresión? ¿quién es su jefe ? ¿por qué no llevaba identificación?

Este no es un tema político, acá nadie cuestiona al intendente ni a un espacio político, hay que ser claro en esto. Pero alguien debe responder en el orden de la Ciudad, de la Policía y de la empresa por estos patoteros. Hasta la fecha, aun habiendo tenido el hecho repercusión mediática y haber sido informado el señor Dietrich en el momento mismo que esto sucedió nadie llamó para preguntar siquiera «¿como estás?».

El tema seguirá en los Tribunales y ésta es la única reflexión personal pertinente o fruto de la bronca «así es como a un pibito humilde lo muelen a palos y lo tiran a una zanja», tenemos lamentablemente experiencias de eso.

 


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