| El desalojo del asentamiento

Cómo se gestó el operativo en el predio Papa Francisco

El operativo fue coordinado hace quince días por los gobiernos de la ciudad y Nación, más allá de los reclamos posteriores. Una banda narco apretaba a los vecinos. El problema de la falta de viviendas.

En el operativo participaron la Metropolitana y la Gendarmería.

En el operativo participaron la Metropolitana y la Gendarmería.

Por Ignacio Ramirez.-

El crimen de la joven Melina López (18) que perdió la vida a manos de un delincuente que intentó robarle la cartera cuando salía de un supermercado, en cercanías del asentamiento Villa Papa Francisco, en Lugano, tal vez fue la razón principal por la que se gestó el operativo por el que las topadoras arrasaron con el barrio, pero todo había comenzado quince días atrás. El asentamiento que ya había cobrado la vida de 3 personas: Fernando Soto al momento de la toma, el bebe por nacer de una joven de 23 años que había resultado herida en un tiroteo dentro del barrio, para terminar con Melina, muerta cuando volvía de pagar la cuenta de su teléfono celular.

El mega operativo complejo y conjunto del fin de semana dejó más dudas que certezas. Sin diálogo, y con toda la fuerza de las topadoras en las 12 hectáreas, el predio quedó deshabitado. Un pequeño grupo acampó afuera para exigir que les den un lugar donde vivir.

Más allá del exitismo del desalojo efectivo, los vecinos fueron expulsados sin miramientos, lo que hizo llorar al Papa Francisco. Finalmente, se logró hacer efectivo un desalojo que tenía varios meses pero nadie se animaba a efectuar. El desalojo del predio contaminado, lindero a la Villa 20 fue gestado hace más de quince días con absoluta reserva. El censo de la Defensoría del Pueblo realizado hace un mes daba cuenta de un total de 700 familias en el predio ocupado.

El secretario de Seguridad, Sergio Berni, calificó de «locura» la orden de la jueza Gabriela López Iñíguez de desalojo del predio usurpado en Villa Lugano porque fue «improvisada» y «sin consultar a nadie» por lo que quedaron «en la calle» personas que no son delincuentes.

En voz baja, más allá de las críticas de un lado y del otro, es conocido el trato entre el vicepresidente primero de la Legislatura Cristian Ritondo y Berni. El trabajo en conjunto fue operativamente coordinado por ellos dos, para luego ser ejecutado por el ministro de Seguridad de la ciudad, Guillermo Montenegro.

Para Mauricio Macri, el operativo fue desarrollado con total normalidad, y se logró recuperar un terreno. Las críticas al operativo, y la falta de desarrollo social y habitacional es tal vez la principal razón por la cual la crisis de viviendas en la ciudad sigue siendo el drama actual sin contar la deuda de la urbanización de la villa 20. Sancionada hace ocho años la Ley 1770 ordena la Urbanización de Villa 20.

Los ocupantes del terreno en su mayoría eran vecinos de la villa 20, que alquilaban habitaciones por las que pagaban de 1000 a 2000 pesos, sin baño. Hoy la mayoría todavía no sabe donde va a dormir.

Hace más de tres semanas la organización La Alameda había denunciado la mafia narco que operaba dentro de villa 20, y que se había extendido al predio Papa Francisco. Estas bandas actúan amenazando a los delegados y vecinos del Barrio, que se organizan en torno a la reivindicación del derecho a la vivienda. Punteros y mafias del narcotráfico poco a poco fueron ganando terreno.

La orden de desalojo que llegó el viernes pasado, fue trabajada en conjunto y liberó el predio de habitantes, para realizar el estudio complementario acerca de la contaminación de plomo, del ex cementerio de autos de la Policía Federal Argentina.

“Lo primero que tenemos que hacer es dejar en claro quién es responsable del desalojo y quienes nos defendieron. Berni y el gobierno nacional fueron los responsables. Ellos contaron con el apoyo del macrismo que les prestó la Metropolitana para hacer el trabajo sucio mientras la Gendarmería estableció un perímetro para aislar la ocupación. Fue una acción coordinada y premeditada que debe ser denunciada frontalmente por los luchadores. Por eso ahora, con el predio bajo el control de Berni, es el Ministerio de desarrollo social de Macri quien ‘evacúa la zona’ (o sea ayuda a desalojar) y quien se está encargando de construir un vallado con chapas para blindar el perímetro ante la posibilidad de que los vecinos intenten recuperar sus casas”, explicó Natalia Saralegui dirigente de la Tendencia Piquetera Revolucionaria (TPR).


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